domingo, 19 de agosto de 2012

EL ARTE PERUANO

El arte peruano tiene su origen en las sociedades andinas prehispánicas que habitaban en el período precolombino el territorio que hoy conocemos como el Perú.

Tipos de Arte
El arte andino prehispánico se manifestó principalmente en la creación de objetos en Cerámica, técnicas como la Litoescultura, la Metalurgia y la Textilería, así como en la Pintura, la Escultura y la Arquitectura.

* Cerámica.- La cerámica es el material más frecuente en el registro arqueológico andino.

* Litoescultura.- La litoecultura, o también conocido como escultura en piedra, tuvo presencia en las manifestaciones culturales y artísticas en las Chavín de Huántar, ubicado en el Callejón de Conchucos (Huari, Ancash). Este templo fue el primer centro de devoción a nivel panandino, sostenido por un Estado eminentemente teocrático. Por tal motivo, la presencia de la imaginería religiosa fue vital en su organización. El templo tiene dos fases: Templo Nuevo y Templo Viejo.

* Textiles.- Los textiles precolombinos fueron elaborador con técnicas muy creativas y sofisticadas, tanto por la finura de sus hilos, sus colores, la trama y urdimbre de sus tejidos, como por los motivos en ellos representados. En su mayoría, estos textiles recrean el mundo natural prehispánico y sobre todo su universo mental, y nos aproximan a sus riquezas naturales e ideológico-culturales, así como al uso que le dieron las sociedades que lo crearon.

Arquitectura
La cuidad de Lima fue construida teniendo como modelo la cuadrícula, modelo que ha sido preservado hasta hoy y que se conoce como el "Damero de Pizarro". Las casas en la costa del Perú fueron hechas de adobe y luego ladrillo, mientras que en la sierra fueron de pieda y luego quincha. Cabe mencionar que los más grandes influyentes en cuanto al estilo arquitectónico fueron los terremotos de los años 1586, 1687 y 1746.

Durante el siglo XVII las murallas de Lima, tuvieron un carácter defensivo más que delimitatorio. En 1610 se construye el Puente de Piedra en el actual Jr. Trujillo, ubicado detrás de Palacio de Gobierno, la Alameda de los Descalzos (en extramuros pasando el río) que antiguamente tenía el nombre similar a la Alameda de Hércules en Sevilla. En 1613 los límites de la ciudad de Lima eran de N-S el Barrio de San Lázaro en el Rimac y de E-O el pueblo indígena del Cercado.

Mencionaremos como dato adicional que los monasterios de la Encarnación y Guadalupe fueron completamente destruidos en el siglo XX, el primero de ellos estaba en lo que hoy en día es la Plaza San Martín y el segundo el Palacio de Justicia.

Los Inicios de la República: El proceso del arte republicano, diferencias artísticas
La declaración de la Independencia en 1821 y la victoria de los ejércitos libertadores en Junín y Ayacucho, sellaron el fin de un régimen político de más de tres siglos. Pero el sistema colonial, que había definido las formas culturales de toda una sociedad, de sus costumbres y de sus instituciones, no se deshizo abruptamente con la Independencia. Los cambios tampoco se dieron por igual en todos los campos, ni se efectuaron al mismo ritmo.
La inestabilidad institucional del temprano Estado republicano impidió que se iniciaran proyectos de largo aliento. Las grandes comisiones cesaron abruptamente. Así, los géneros que dependían del poder político y eclesiástico, como la arquitectura, la escultura monumental y la pintura, prácticamente no se renuevan hasta mediados de siglo. Es tan solo en la segunda mitad del siglo XIX que, con los recursos generados por el guano, se emprenden nuevos proyectos. Además, la pintura en los centros, y particularmente en Lima, se renueva bajo la influencia del arte contemporáneo de Francia y de Italia, en busca de una modernidad que pudiera señalar su independencia cultural frente al reciente pasado español. En cambio la pintura creada en la periferia, así como aquella producida para el consumo popular, mantiene elementos de continuidad con sus precedentes coloniales. Así, en los campos donde el Estado y la Iglesia no tenían una participación directa, las formas coloniales se prolongaron por largo tiempo. La secularización fue una de las consecuencias más evidentes de la ruptura colonial. Pero existe también un abrupto cambio de giro en la geografía del país. La preeminencia de Lima marca, a partir de la Independencia, el sino un centralismo que llega a producir una diferencia notable de desarrollo económico y cultural con respecto al resto del territorio peruano. Una gran parte de este comercio florece con la apertura de los puertos, que fortalece a ciudades como Arequipa, Lima y Tacna. En este proceso, antiguos centros del sur andino como Cuzco y Huamanga pierden su lugar de predominio regional, al quedar marginados de las antiguas rutas comerciales con las regiones mineras del Alto Perú. La penetración de la región amazónica, iniciadas con el periodo anterior desde las ciudades andinas, sufre entonces también un repliegue significativo. Por ello, la rápida transformación de los gustos artísticos que trajo consigo la apertura y la importancia masiva de productos europeos, afecto principalmente a las ciudades costeras.
Esta escisión republicana conduce a desarrollos desiguales, que aseguran las subsistencia e incluso la profundización de grandes diferencias culturales. Se agranda así el abismo entre las artes “cultas”, ligadas a los escenarios internacionales, y las artes “populares”, asociadas a las tradiciones locales de origen colonial. Incluso se puede afirmar que la noción misma del “arte popular” se crea como concepto diferenciado precisamente en este periodo. Fuera de la capital, el florecimiento de las artes decorativas a lo largo del siglo XIX señala el paso de una producción dirigida por las autoridades. Los historiadores han identificado incluso un proceso de “indianización” republicana, guiado por la recuperación demográfica de las comunidades indígenas, que adquieren mayor autonomía y estabilidad en este periodo. Las tradiciones derivadas de la época colonial, como la pintura devocional, la talle de piedra de Huamanga los mates burilados, la platería, tejidos, queros y otros objetos de uso cotidiano, van construyendo un estilo diferenciado, caracterizado por una vitalidad expresiva. A diferencia de otros géneros, aquí no se dan grandes saltos y ruptura, sino que los nuevos estilos se introducen de manera progresiva, a un ritmo propio, transformándose sutil y gradualmente. Así por ejemplo, elementos neoclásicos se incorporan a la pintura mural, y a las artes decorativas sin trastocar la coherencia de las formas tradicionales.
Los procesos sociales y económicos que se iniciaron con la emancipación política de España contribuyen, sin embargo, a consolidar nuevos ordenamientos sociales, que transforman gradualmente las formas de creación artística. Sobre todo se impone un nuevo mapa cultural, que fortalece la diversidad y establece las grandes diferencias regionales que aún hoy define el panorama del arte en el Perú.

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