El arte
peruano tiene su origen en las sociedades andinas
prehispánicas que habitaban en el período precolombino el territorio
que hoy conocemos como el Perú.
Tipos de Arte
El arte andino
prehispánico se manifestó principalmente en la creación de objetos en Cerámica,
técnicas como la Litoescultura, la Metalurgia y la Textilería, así como en la
Pintura, la Escultura y la Arquitectura.
* Cerámica.- La cerámica es el material más frecuente en el registro arqueológico
andino.
* Litoescultura.- La
litoecultura, o también conocido como escultura en piedra, tuvo presencia en
las manifestaciones culturales y artísticas en las Chavín de Huántar, ubicado
en el Callejón de Conchucos (Huari, Ancash). Este templo fue el primer centro
de devoción a nivel panandino, sostenido por un Estado eminentemente
teocrático. Por tal motivo, la presencia de la imaginería religiosa fue vital
en su organización. El templo tiene dos fases: Templo Nuevo y Templo Viejo.
* Textiles.- Los
textiles precolombinos fueron elaborador con técnicas muy creativas y
sofisticadas, tanto por la finura de sus hilos, sus colores, la trama y
urdimbre de sus tejidos, como por los motivos en ellos representados. En su mayoría,
estos textiles recrean el mundo natural prehispánico y sobre todo su universo
mental, y nos aproximan a sus riquezas naturales e ideológico-culturales, así
como al uso que le dieron las sociedades que lo crearon.
Arquitectura
La cuidad de Lima fue construida
teniendo como modelo la cuadrícula, modelo que ha sido preservado hasta hoy y
que se conoce como el "Damero de Pizarro". Las casas en la costa del
Perú fueron hechas de adobe y luego ladrillo, mientras que en la sierra fueron
de pieda y luego quincha. Cabe mencionar que los más grandes influyentes en
cuanto al estilo arquitectónico fueron los terremotos de los años 1586, 1687 y
1746.
Durante el siglo XVII las murallas de
Lima, tuvieron un carácter defensivo más que delimitatorio. En 1610 se construye
el Puente de Piedra en el actual Jr. Trujillo, ubicado detrás de Palacio de
Gobierno, la Alameda de los Descalzos (en extramuros pasando el río) que
antiguamente tenía el nombre similar a la Alameda de Hércules en Sevilla. En
1613 los límites de la ciudad de Lima eran de N-S el Barrio de San Lázaro en el
Rimac y de E-O el pueblo indígena del Cercado.
Mencionaremos como dato adicional que
los monasterios de la Encarnación y Guadalupe fueron completamente destruidos
en el siglo XX, el primero de ellos estaba en lo que hoy en día es la Plaza San
Martín y el segundo el Palacio de Justicia.
Los Inicios de la República: El proceso
del arte republicano, diferencias artísticas
La declaración de la Independencia en 1821 y la
victoria de los ejércitos libertadores en Junín y Ayacucho, sellaron el fin de
un régimen político de más de tres siglos. Pero el sistema colonial, que había
definido las formas culturales de toda una sociedad, de sus costumbres y de sus
instituciones, no se deshizo abruptamente con la Independencia. Los cambios
tampoco se dieron por igual en todos los campos, ni se efectuaron al mismo
ritmo.
La
inestabilidad institucional del temprano Estado republicano impidió que se
iniciaran proyectos de largo aliento. Las grandes comisiones cesaron
abruptamente. Así, los géneros que dependían del poder político y eclesiástico,
como la arquitectura, la escultura monumental y la pintura, prácticamente no se
renuevan hasta mediados de siglo. Es tan solo en la segunda mitad del siglo XIX
que, con los recursos generados por el guano, se emprenden nuevos proyectos.
Además, la pintura en los centros, y particularmente en Lima, se renueva bajo
la influencia del arte contemporáneo de Francia y de Italia, en busca de una
modernidad que pudiera señalar su independencia cultural frente al reciente
pasado español. En cambio la pintura creada en la periferia, así como aquella
producida para el consumo popular, mantiene elementos de continuidad con sus
precedentes coloniales. Así, en los campos donde el Estado y la Iglesia no
tenían una participación directa, las formas coloniales se prolongaron por
largo tiempo. La secularización fue una de las consecuencias más evidentes de
la ruptura colonial. Pero existe también un abrupto cambio de giro en la
geografía del país. La preeminencia de Lima marca, a partir de la
Independencia, el sino un centralismo que llega a producir una diferencia
notable de desarrollo económico y cultural con respecto al resto del territorio
peruano. Una gran parte de este comercio florece con la apertura de los
puertos, que fortalece a ciudades como Arequipa, Lima y Tacna. En este proceso,
antiguos centros del sur andino como Cuzco y Huamanga pierden su lugar de
predominio regional, al quedar marginados de las antiguas rutas comerciales con
las regiones mineras del Alto Perú. La penetración de la región amazónica,
iniciadas con el periodo anterior desde las ciudades andinas, sufre entonces
también un repliegue significativo. Por ello, la rápida transformación de los
gustos artísticos que trajo consigo la apertura y la importancia masiva de
productos europeos, afecto principalmente a las ciudades costeras.
Esta
escisión republicana conduce a desarrollos desiguales, que aseguran las
subsistencia e incluso la profundización de grandes diferencias culturales. Se
agranda así el abismo entre las artes “cultas”, ligadas a los escenarios
internacionales, y las artes “populares”, asociadas a las tradiciones locales
de origen colonial. Incluso se puede afirmar que la noción misma del “arte
popular” se crea como concepto diferenciado precisamente en este periodo. Fuera
de la capital, el florecimiento de las artes decorativas a lo largo del siglo
XIX señala el paso de una producción dirigida por las autoridades. Los
historiadores han identificado incluso un proceso de “indianización”
republicana, guiado por la recuperación demográfica de las comunidades
indígenas, que adquieren mayor autonomía y estabilidad en este periodo. Las
tradiciones derivadas de la época colonial, como la pintura devocional, la
talle de piedra de Huamanga los mates burilados, la platería, tejidos, queros y
otros objetos de uso cotidiano, van construyendo un estilo diferenciado,
caracterizado por una vitalidad expresiva. A diferencia de otros géneros, aquí
no se dan grandes saltos y ruptura, sino que los nuevos estilos se introducen
de manera progresiva, a un ritmo propio, transformándose sutil y gradualmente.
Así por ejemplo, elementos neoclásicos se incorporan a la pintura mural, y a
las artes decorativas sin trastocar la coherencia de las formas tradicionales.
Los procesos
sociales y económicos que se iniciaron con la emancipación política de España
contribuyen, sin embargo, a consolidar nuevos ordenamientos sociales, que
transforman gradualmente las formas de creación artística. Sobre todo se impone
un nuevo mapa cultural, que fortalece la diversidad y establece las grandes
diferencias regionales que aún hoy define el panorama del arte en el Perú.
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